jueves, 2 de diciembre de 2010

LA INTERMINABLE LUCHA DEL SAXOFÓN




(EL DEBER DEL SAXOFONISTA COLOMBIANO)
Por GERMÁN ANDRÉS GALLEGO QUESADA

En qué es lo primero que se piensa cuando se oye la palabra saxofón, en el jazz, en el blues, tal vez en una orquesta tropical. Pero, qué tal si lográramos concebir el saxofón como un instrumento que pudiese interpretar música colombiana tradicional junto a una guitarra o un tiple. Para ser claros en algo, eso es muy posible actualmente.
Para empezar, debo remitirme a los inicios del saxofón. Creado entre los años 1840 y 1850 por Adolphe Sax (1814-1894) y presentado al público en Paris con una obra de Hector Berlioz (1803-1869) . Se dice que el saxofón se creó con la necesidad de inventar un instrumento con la proyección de un instrumento de metal, pero que no perdiera la dulzura y la movilidad de un instrumento de madera. Después de su presentación, el saxofón recibió muchos elogios, pero aun así, no logró entrar como instrumento al formato orquestal tradicional. Aquí se empieza aclarando un pensamiento errado en muchas personas: el saxofón no fue creado originalmente para tocar jazz, ni blues, se pensó principalmente para que conformara un formato sinfónico-orquestal.
Debido a ese percance, el saxofón estuvo a punto de desaparecer, pero Sax presento su propuesta a un concurso de bandas militares y resulto ganador, así, fue patentado el saxofón en parís en 1846 y fabricado en serie para toda Europa y América. Pero ni siquiera en estas bandas fue respetada la independencia del saxofón, puesto que querían que sonara como viola o un violonchelo.
Cuando el saxofón llego a América, fue utilizado de otra forma en otros formatos manejados en ese momento, más que todo en New Orleans. Hablo del jazz. Fue en el jazz y en los formatos de big-bands donde se le dio la independencia al saxofón. Es tal la influencia que tuvo el saxofón dentro del jazz que se incluyo este instrumento en obras sinfónicas-orquestales con el sonido que manejaba dentro de este género como en el solo de saxofón en la obra “El Bolero” del compositor Maurice Ravel (1875-1937).
Con el impulso que le dio el jazz al saxofón, su popularidad creció y se empezó a expandir por todo el mundo llegando a todos los rincones de América, incluyendo Colombia.
Desde la llegada del saxofón a Colombia, los saxofonistas han tenido que cargar con una pregunta que es buena, pero al mismo tiempo incomoda: ¿Qué hacer con él? Debemos tocar música clásica con él, o tocar jazz, o tocar en una banda militar, o, solo para unos pocos, utilizar el saxo para tocar nuestra música colombiana, nuestra verdadera música tradicional colombiana.
¿Por qué existen en nuestro país más saxofonistas dedicados al jazz, un ritmo creado en otro país, que a la música colombiana? Es claro decir que remitiéndonos a la historia, el jazz fue el que le dio la importancia al saxofón en el mundo de la música y que por eso existan tal vez más saxofonistas jazzistas en el país, pero por qué no podemos darle nuestra propia identidad a este instrumento tan versátil.
Para dar un ejemplo que se puede aplicar a esta discusión, puedo citar el grupo africano Baabal Maal que utiliza el saxofón dentro de su música, dándole su propia identidad y su propio color, el color que necesita para su grupo. No necesita tener la mejor de las técnicas, lo único que le interesa es tener su propio sonido, ese sonido que lo identifique a él, a su grupo y a su música.
Quiero ser claro diciendo que no tengo nada contra el jazz, de hecho me gusta mucho, pero me parece muy importante sacar a relucir la importancia de tener identidad con nuestra música y de darla a conocer en todo el mundo, eso es lo que nos identifica. El jazz lo tocan en todo el mundo, la música colombiana, bueno, es nuestra tarea, que también la escuchen en todo el planeta, pero como hacemos esto si no la escuchamos ni siquiera nosotros. Es un problema de identidad que muchos tienen, y muy grave. Pregúntenle a un niño de 10 años sobre un artista de música colombiana, seguramente les hablara de Juanes, Shakira etc... (Grandes artistas de nuestro país, sin duda alguna) pero pregúntenle si conocen a Jaime R. Echeverría, Francisco Cristancho o el grupo Garzón y Collazos, seguramente los niños quedaran perplejos, de hecho hay personas, estudiantes de música, a los que se les habla de alguno de estos artistas y no saben que decir.
Solo doy de referencia el jazz como un ejemplo por su cercanía con el saxofón, pero no quiero decir que todos los jazzistas sean desinteresados por la música colombiana, de hecho, hay grupos colombianos de jazz que hacen fusiones con música colombiana, generalmente música colombiana del Caribe, pero es un gran aporte, aunque se puede hacer mas.
Pero volviendo al conflicto de los saxofonistas, pienso que podemos hacer más por rescatar nuestros ritmos y nuestra tradición, ya sea con propuestas nuevas dentro de otros ritmos o desde la música misma. Desde la raíz. El propósito sería seguir con la lucha que inicio el creador del saxofón Adolphe Sax, incluir el instrumento dentro de un formato en donde no es tan tradicional. En todo el mundo se está haciendo y como instrumentistas del saxofón debemos hacerlo también, incluir nuestro instrumento dentro de los formatos tradicionales de nuestro país. NO ES FACIL que pase algo así en una cultura tan conservadora como la nuestra, pero tenemos que intentarlo, aprovechar esta era que está dando oportunidad a tantas propuestas tan locas, abrirnos camino en medio de la música colombiana, ya sea la andina, la pacífica, la atlántica, o todas, de esa forma damos más oportunidades a la música colombiana para que llegue a más personas y nos damos más oportunidades a nosotros mismos como instrumentistas.
En estos momentos ya hay agrupaciones de música colombiana tradicional en el país que usan el saxofón como parte de su formato instrumental, entonces no estamos lejos. Si no se puede en un formato instrumental tradicional, pues hacerlo en otro formato, pero rescatando nuestra música colombiana, el propósito principal es poder hablar del saxofón tranquilamente como instrumento que hace parte de este formato.
Sigamos con la lucha que inicio el creador del saxofón, lograr incluir un instrumento incomprendido en un formato que no es el suyo. Es nuestra responsabilidad como interpretes de este hermoso instrumento en nuestro país.
QUE VIVA Y SIGA VIVIENDO EL SAXOFON.

1 comentario:

  1. Me ha parecido un artículo muy interesante. Y digo muy interesante, porque toda la historia y todo lo que se divulgue acerca del saxofón, para mí que soy profesor de saxofón, me enorgullece y me llena de satisfacción. Dicho esto quisiera dejar mi blog para que lo visitéis si queréis acercaros más a su historia. http://saxofoncromatico.activo-blog.com . Un saludo para todos los amantes de este bello instrumento.

    ResponderEliminar