martes, 2 de noviembre de 2010

¿Qué es el JAZZ LATINO?



Por JULIÁN DAVID LÓPEZ

Después de observar algunos textos relacionados con el genero del jazz y su posterior fusión con los ritmos africanos y europeos en la zona del Caribe puedo considerar que el tema del jazz latino casi carece de espacios en blanco, casi por que la procedencia de algo que se llama la clave que es la base de todas las composiciones de este genero ya sea representado en la salsa, el merengue, el bosa nova, la samba, el mismo tango argentino, el bolero, el son cubano principalmente y otros géneros latinos no esta claramente establecida, pues en el momento de determinar un lugar de procedencia se tiene que ir bastante atrás en la historia y la información entregada por diferentes autores puede variar además por que para cada uno de estos géneros la clave varia , pero en cuanto a los grandes músicos que son pioneros del genero su proceso evolutivo dentro de lo contemporáneo orquestas que atreves de los últimos años han dado vida a este genero lugares también históricos que lo han acogido y puesto a flote.
Para conocer tan solo un poco de la muy interesante historia del jazz latino fui invitado a leer un gran libro de un escritor llamado Luc Delannoy este se titula “Caliente Una Historia del Jazz Latino” un libro bastante interesante el siguiente fragmento que resume de una manera muy amena e interesante el gran contenido de este libro
El libro de Luc Delannoy, una historia del jazz latino, sin duda abre una importante brecha para que esos trabajos realizados por los jazzistas latinos tengan una mayor y mejor difusión.
El autor relata la historia de una mezcla de músicas que ha resultado bastante fecunda, la de los ritmos afrocubanos con las armonías del jazz norteamericano. Esa combinación musical se ha ido extendiendo posteriormente a muchos otros ritmos y músicas populares de América Latina. Después de pasar por el gran crisol criollo, en Nueva Orleans germinó el jazz desde mediados del siglo XIX. La comunicación entre los músicos de esa ciudad y Cuba se inició desde entonces, de la cual es actor principal Louis Moreau Gottschalk, pianista que empezó a fusionar la música clásica europea y la música popular cubana. Gran músico que murió prematuramente a los 40 años. Fue el gran abuelo del jazz latino.
Por la parte de Cuba, el contacto entre los indios, los esclavos negros y los españoles formaron un complejo y rico mestizaje. En términos musicales, son decisivas en tres manifestaciones religiosas: la sociedad secreta del abakúa, la santería y las religiones bantúes. En ellas son utilizados fervorosamente los tambores, que serían el fundamento de la música cubana.
Los contactos entre los cubanos y estadounidenses se multiplicaron después de la guerra de 1898; entonces, se escuchaba jazz en La Habana y rumba en Nueva Orleans. Incluso músicos mexicanos formaron parte del intercambio, destacándose Florenzo Ramos, quien introdujo el saxofón a la gran ciudad del jazz.
Más adelante, la historia del jazz latino es dominada por el que el autor denomina como triángulo de oro: el dúo integrado por los cuñados Frank Grillo "Machito" y Mario Bauzá; otra pareja representativa, Dizzy Gillespie y el percusionista cubano Chano Pozo, y finalmente un músico generalmente ignorado: Arturo Chico O'Farrill.
"Machito" y Bauzá se conocieron en La Habana en los años veinte. Bauzá aprovechó la gran migración de portorriqueños y cubanos hacia Nueva York para establecerse allí, en El Barrio, con la pretensión de convertirse en el mejor jazzista del mundo. Allí es testigo de la formación de la comunidad musical latina, el impacto de las orquestas latinas como la de los Hermanos Castro, quienes fueron los pioneros en la mezcla de las armonías del jazz con los ritmos afrocubanos), el establecimiento de tiendas musicales, la difusión del cine latino, salones de baile, las transmisiones radiales de las "veladas danzantes", la creación de las primeras disqueras de música latina. En los años treinta, Bauzá tocó el clarinete y la trompeta en varias orquestas de jazz. En 1939 se le une su cuñado, "Machito", el que, después de un tiempo, formó su orquesta. Mientras tanto, Bauzá tocaba con la orquesta de Cab Calloway, en la que tuvo un sustituto de lujo: John Birks Gillespie, después conocido como Dizzy Gillespie. A inicios de los cuarenta, Bauzá se hizo cargo de la dirección de la orquesta de "Machito",
los AfroCubans, que sería la primera orquesta que incorporó armonías y solos de jazz utilizando una sección completa de percusiones afrocubanas. En ella harán sus debuts legendarios percusionistas como Chano Pozo y Tito Puente. Fue la primera agrupación jazzística latina que alcanzó un gran éxito. La canción Tanga (que quiere decir marihuana) sería la más representativa de la orquesta: con ella, "se crea una nueva combinación sonora: el jazz afrocubano, una base rítmica afrocubana con armonías del jazz."
Otro factor decisivo en la mezcla del jazz con los ritmos cubanos lo fueron las llamadas descargas, los jam sessions que los músicos cubanos realizaban en la isla: reuniones en las que los músicos improvisaban, realizaban las descargas de ideas musicales. Con ellas se puede decir que el jazz afrocubano nace simultáneamente en La Habana y Nueva York.
La otra pareja clave en la historia del jazz latino es la de Chano Pozo y Dizzy Gillespie. Es en 1946 cuando el conguero y bailarín cubano conoce a Gillespie e inician su colaboración musical: entre ambos lograrían la fusión perfecta, "la de un genio de la armonía del jazz con un genio de los ritmos afrocubanos." Formado en un ambiente popular, Pozo es un percusionista, compositor y bailarín excepcional. Es en diciembre de 1947 cuando Pozo se presentó como la gran estrella de la orquesta de Gillespie en el Town Hall de Nueva York. Allí interpretan el que muy probablemente sea el tema más clásico del jazz latino: Manteca.
De esa colaboración, Delannoy resume: "La importancia histórica de Dizzy Gillespie es perceptible en dos planos. Para empezar, impulsado por su prodigioso sentido del ritmo, con la ayuda y el impulso de Chano Pozo, integró en el escenario neoyorquino las percusiones afrocubanas al bebop. Llevo luego esta música, confinada hasta entonces a los clubes y las salas de Harlem, a los salones de concierto del centro de Manhattan. Después de él, con él, y a pesar de algunos momentos de resistencia, el conjunto de la comunidad estadunidense del jazz abrazará los ritmos afrocubanos. Después, y tal vez sea esto lo más importante, Dizzy participó en el desarrollo del bebop, música revolucionaria que influiría sobre la mayor parte de los músicos de jazz de América Latina."
Sin embargo, la asociación Pozo-Gillespie fue violentamente interrumpida por el asesinato de Chano por un lío de drogas en diciembre de 1948. Sin embargo, la contribución de Luciano Pozo González a la música ha permanecido
La última pieza del triángulo es el trompetista, compositor y arreglista cubano Arturo Chico O'Farrill. Músico con una sólida formación clásica que estudio con Rodolfo Halfter durante su estancia en México, hizo de la suite para gran orquesta su especialidad, O'Farrill conoció y trabajó con los grandes del jazz latino, como Machito, Bauzá y Gillespie. Es autor de otra de las obras maestras del jazz: The Afro Cuban Jazz Suite; Con él, "el jazz latino por fin logra ser una auténtica fusión, deja de ser una simple sobreposición de ritmos afrocubanos y solos de jazz. Con su talento de arreglista, cambió el sonido de la música. Gracias a un profundo conocimiento de la música clásica y contemporánea occidental, logró dar un carácter sinfónico a las obras. Y, al dar preferencia al arreglo, demostró brillantemente que el jazz latino no era una simple anécdota sino, antes bien, un género por derecho propio, abierto a cualquier otra influencia, siempre que fuese tratada con respeto. Por ello, inspiró a toda una generación de arreglistas latinoamericanos deseosos de unir su música popular al jazz."
El libro discurre posteriormente sobre muchos otros temas del jazz latino: los músicos más destacados, su difusión por el mundo, su relación con el mambo, el chachachá y la salsa (la que mucho facilitó la popularización del jazz latino), y su enriquecimiento al amalgamarse con otras músicas populares de América Latina, tales como el merengue, la cumbia, el tango entre otros. Al final hace algunas consideraciones acerca del hoy y del futuro del jazz latino, que está abierto para transitar por diversas vías en el futuro, pero sin olvidar sus raíces, en un panorama bastante optimista simbolizado en dos músicos jóvenes: el pianista Omar Sosa y el trombonista William Cepeda.
Indudablemente, el libro de Delannoy es una importante contribución al conocimiento de las músicas populares de América Latina, por lo que su lectura resulta obligada para los melómanos. Además, la discografía recomendada al final del volumen es una formidable invitación para escuchar buena música.
Vale la pena buscar este libro y leerlo y tal vez releerlo para descubrir cada vez cosas nuevas con respecto a este fascinante genero que esta presente en casi todas las músicas contemporáneas nada mas queda escuchar mas conocer de sus interpretes y de este texto comprender muchas palabras que me son desconocidas.
Otros autores cuantan la historia de una manera paracida pero resaltando otras anécdotas como en este fragmento del autor José Antonio Aguirre. Que nos cuenta también de una manera muy interesante un poco de la historia y el desarrollo del jazz latino
Es totalmente indiscutible que el Jazz es la manifestación afroamericana por excelencia, de igual manera se nombra a la Salsa – derivación directa del Son, del Montuno y de los diferentes tipos de Rumba cubana – como el fruto musical de mayor importancia del Caribe hispano parlante; asimismo se expresa entonces en ocasiones que el Latinjazz es una conjugación de ambos elementos debido a que poseen la misma raíz: el continente africano y los esclavos que trajeron al Nuevo Mundo.
La primera vez que los africanos llegaron a América fue en 1.518. debido a las peticiones reiteradas del famoso Fray Bartolomé de las Casas (el llamado apóstol de los indios). El Rey de España escuchó sus rogativas a favor de los pobladores autóctonos de América y aprobó entonces la comercialización de los negros africanos. Este desgraciado comercio fue realizado por mercaderes genoveses, quienes los compraban en Lisboa, a razón de una tasa de 4.000 esclavos anuales. Fue entonces cuando el primer cargamento humano llegó a Cuba, siendo desembarcados en condiciones infrahumanas unos cientos de hombres y mujeres procedentes de Guinea y Costa de Oro, actual República de Ghana.
Cien años después, en 1.619 llegó a al Puerto de Jamestown, una nave de procedencia holandesa – hoy Estado de Virginia – con el primer contingente humano a Norteamérica. La población africana fue divida en tres bloques, una trasladada a lo que es hoy Estados Unidos; la segunda a Centro América y el Caribe; y la tercera en su gran mayoría a lo que hoy es el Brasil.
Estas personas pertenecían a diferentes tribus – principalmente yorubas, mandingas, dingas, wambesis - hablaban distintos idiomas, y poseían diversas culturas musicales, las cuales se entremezclaron entre sí, con las autóctonas, y también con la nueva de sus "amos"; dando origen a una vertiente musical espectacular que hoy se disfruta en el mundo entero.
El unión musical que originó al Latinjazz sucedió en New York. Esta cosmopolita ciudad es el centro mundial cultural más vasto del mundo, allí se originó el Jazz moderno – aunque su nacimiento fue indiscutiblemente en la ciudad de New Orleans, Estado de Louisana – y la Salsa actual; las cuales se "casaron" gracias al gran músico cubano Mario Bauzá, quien había emigrado a Estados Unidos hacia 1.920.
El nacimiento del Latinjazz fue casi un accidente. En el año 1.943, estando Mario Bauzá en una presentación con la Orquesta de Frank Grillo "Machito", terminaron de tocar un tema, y mientras los músicos de la banda buscaban la partitura de la próxima pieza, el pianista Luis Orestes Varona y el bajista Julio Andino comenzaron a tocar unas notas musicales improvisadas, con la finalidad de que el público continuara bailando en la pista. El resto de la base percusiva, entre ellos los míticos Ubaldo Nieto y Francisco Aguabella, les siguieron el compás. Posteriormente los metales hicieron lo suyo.
Al día siguiente, durante el ensayo, Bauzá solicitó a Orestes y a Julio que repitieran las notas que habían interpretado el día anterior, y a medida que la percusión se integraba, el resto de los músicos recibía instrucciones verbales sobre lo que debían interpretar. Al culminar con la pieza, la orquesta había desarrollado un arreglo con ingredientes latinos y jazzísticos. Esta pieza es considerada uno de los dos himnos del Latinjazz, la cual lleva por nombre Tanga, cuya traducción del lenguaje Yoruba significa marihuana.
Bauzá sugiere entonces la incorporación de músicos norteamericanos, entre ellos Eddie Bert, trombonista; Doc Cheatham, trompetista; e inclusive uno de los más grandes genios del Jazz, Charlie Parker en el Alto sax. Igualmente se incluyeron arreglistas asociados al género y dispuestos a participar en el matrimonio musical del Jazz y lo Latino. Posteriormente se asumió el formato clásico del Big Band a lo Glenn Miller, Duke Ellington, Count Basie, Jimmy Lunceford, excepto por dos cosas:
La exclusión de la batería, incluyendo en su reemplazo los timbales, las congas, el bongó, la campana y las maracas; brindando todo su sabor caribeño
El "Shufle" es sustituido por la síncopa latina, la cual se rige por la clave. El "Shufle" es ritmo básico del Swing.
Otro hecho significativo dentro de la historia del Latinjazz fue la aparición en el ambiente musical newyorkino del legendario conguero cubano Luciano "Chano" Pozo. Chano llegó a New York invitado por el cantante Miguelito Valdéz hacia 1.946. Después de trabajar con varias bandas latinas de poco renombre, Mario Bauzá le dijo que un amigo suyo que estaba por formar una nueva banda y que quería un percusionista que conociera de ritmos cubanos. Ese amigo era Dizzy Gillespie. Al llegar Mario y Chano a la casa de Dizzy, Bauzá le dijo a éste: "Tengo un muchacho para ti, pero no habla inglés". "No importa" respondió Gillespie: "dejémosle que toque" Y cuando lo hizo fue contratado de inmediato.
El 29 de septiembre de 1.947, tras algunos conciertos en lugares pequeños, se hizo la presentación en sociedad de la nueva orquesta de Dizzy Gillespie. El escenario fue el Carnegie Hall, la famosa sala de conciertos situada en la esquina de la Séptima Avenida y la calle 57 Oeste. Chano Pozo fue el héroe de la noche con un espectacular show, el cual combinó sus toques de percusión con bailes rápidos en los momentos en que la orquesta mantenía el ritmo cubano. Esta pieza memorable fue Cubana Be, Cubana Bop.
A parte de esto, interpretó varios cantos afrocubanos en el lenguaje Yoruba, en honor a los Santos de la religión Lucumí, los cuales estremecieron a toda la audiencia. Gillespie, posteriormente expresó: "Yo no hablo castellano, y él no habla inglés; pero los dos hablamos africano". Chano y Gillespie son los compositores del otro himno del Latinjazz, Manteca; la cual ha sido versionada en una enorme cantidad de ocasiones.
Otro acontecimiento importante fue la aparición del Palladium, ubicado en el corazón de Manhathan, en la calle 53 y Broadway, a 200 metros del Radio City Music Hall, y a 300 del Carnegie Hall; y propiedad de Maxwell Hyman. El Palladium estaba sentenciado a la quiebra cuando llegó el administrador James Moore, quien inició la organización de las llamadas "Noches latinas", en la denominada sala "Blen Blen Club". Estos bailes latinos comenzaron hacia finales de 1.947 con al orquesta de Machito.
A mediados de 1.948, el Palladium estaba incapacitado de albergar a todo el público que deseaba entrar. Esto originó que todo el local se transformara en club latino, haciendo su aparición dos de los más grandes exponentes de la música caribeña de cualquier época: Los dos Titos: Rodríguez y Puente, quienes habían comenzado su carrera en la orquesta de José Curbelo.
Ernesto Javier Puente tenía 28 años para entonces, y había nacido en el East Harlem de New York, hijo de inmigrantes ponceños, quienes llegaron a la Gran Manzana cuando Tito tenía 4 meses de gestación. Pedro Pablo Rodríguez, de 28 años también, era oriundo de Santurce, Puerto Rico. El primero era vibrafonista y percusionista graduado en la prestigiosa Julliard School of Music of New York City; el segundo era cantante, con un extraordinario sentido del ritmo al momento de cantar guarachas y boleros, teniendo a su vez ciertos conocimientos de percusión. Al dejar la banda de Curbelo, Tito Puente organiza sus Picadilly Boys, y Tito Rodríguez sus Mambo Devils; pero al llegar al Palladium, ambos hacen nombrar sus orquestas por sus nombres.
En la década del 60, desaparece el Palladium, hace su entrada triunfal el Rock, y salvo excepciones de Cal Tjader, Mongo Santamaría y el propio Tito Puente; el Latinjazz al igual que el Jazz cae en cierto olvido.
Hacia el año 1.978, es cuando se puede decir que reaparece el Latinjazz, repotenciado esta vez por la superbanda cubana Irakere, quienes comenzaron a demostrar al mundo que Cuba es la cuna del ritmo en el Caribe. Esta impresionante orquesta, dirigida por Jesús "Chucho" Valdéz, hijo del memorable pianista de la Casino de la Playa Bebo Valdéz, sigue siendo un paradigma inigualable dentro de la música afrocari-beña.
Nacida en 1.972 de una división de la Orquesta Cubana de Música Moderna, desde el principio, Irakere, se dio a conocer por la potencia, calidad, genialidad y personalidad de todos sus integrantes. De esta banda han salido famosos solistas como Paquito D’Rivera, Arturo Sandoval, José Luis Cortéz "El Tosco", José Miguel Crego "El Greco" Carlos "Angá" Díaz, los espectaculares "Reyes de la Timba" NG La Banda y últimamente Havana Emsemble.
De igual manera, Tito Puente, en el año 1.984 grabó el disco "On Broadway" siendo su primera grabación donde interpretó únicamente Latinjazz, ganando el Grammy al "Mejor Album Latino" de ese año.
En el devenir de los años, el Latinjazz a asumido su rol como una de las principales manifestaciones del Jazz en el mundo, enriqueciéndose con la llegada de connotados salseros a su género. Grabaciones recientes de Eddie Palmieri, Ray Barretto, Francisco "Papo" Lucca bajo el Sello Disquero Tropijazz, han dado un enorme impulso a esta música.
De igual manera, la aparición de nuevos excelentes músicos han inyectado nueva vitalidad al Latinjazz, como los cubanos Juan Pablo Torres (trombonista) y Jesús Alemañy (trompetista); los puertorriqueños Giovanni Hidalgo (percusionista), David Sánchez (saxofones alto y tenor) y Humberto Ramírez (trompetista); los newyorkinos Charlie Sepúlveda (trompetista), Hilton Ruiz (pianista) y David Valentín (flautista), el dominicano Michel Camilo (pianista), el panameño Danilo Pérez (pianista) y los venezolanos Eduardo "Ed" Calle (saxofones alto y tenor), Orlando Poleo (percusionista), Alfredo Naranjo (vibrafonista) y Rodolfo Reyes (saxofones tenor y barítono) con su orquesta "Salsa Jazz Band".
Estos y otros muchos excelentes interpretes han hecho que el Latinjazz sea uno de los género más escuchados en el mundo del jazz
Estos fragmentos de lecturas dejan bastantes datos interesantes que nos permiten comprender la magnitud de los fundamentos que permiten que el latinjazz se establezca como un género, además afortunado de contar con tanto sabor, el mismo que lo ha mantenido a flote durante tantos años

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